16 octubre 2006

Ojo con el Arte I : Besos

Una parte de mi disfruta observando los detalles. Disfruto con los detalles de la arquitectura, con los detalles de los dibujos, de los comentarios, de los problemas de ingeniería e incluso de los detalles de los gestos humanos.

Cuando era joven y dibujaba ocasionalmente prefería los dibujos toscos que representaban bien un gesto, con todo el sentido de movimiento que hace de un gesto único e identificable, sobre los dibujos hiperrealistas que no manifestaban bien los gestos (o donde todos los gestos eran iguales).

Quizás por esta fijación en los detalles es que hay dos obras de arte, mundialmente famosas, que me encantan: El Beso de Auguste Rodin y El Beso de Gustav Klimt.

Estas dos obras nos muestran el gesto (y acto) universal de besarse, mezclando lo cotidiano y lo sublime que involucra un beso.

El beso de Klimt (foto superior) provoca en mi sentimientos de ternura y de complicidad. El hombre besa apasionadamente a la mujer, protegiéndola como atrapándola, en un gesto tierno y fuerte. La mujer a su vez es seducida, capturada, por este beso y se deja llevar por sus sueños (fantasías?) mientras lo recibe (disfruta?).
Los sentimientos del dibujo de Klimt son pasmados en la escultura de Rodin, el hobre abraza y protege a la mujer, con un brazo la apoya y con el otro suavemente la acaricia. Ella a su vez comparte, y responde activamente (a diferencia de la mujer del cuadro de Klimt), el beso. Son dos amantes que no saben del mundo que los rodea.

Me tocó ver esta obra en vivo, en el Museo de Bellas Artes de Santiago, donde la belleza de la escultura y todos sus detalles te sorprenden, el movimiento que le plasma Rodin a la escultura es tal que se siente la fuerza y el cariño del beso que se dan, cualquier fotografía de ella no logra pasmar lo que es. El nivel de detalle de los cuerpos, musculatura y espontaniedad de la pocisión lograda por Rodin nos hace olvidar que en verdad es una escultura y sentimos que estamos siendo voyeristas de una pareja que ha olvidado el pudor.

Para finalizar "Kiss at the Hotel de Ville, Paris, 1950" una fotografía de Robert Doisneau, fotógrafo francés que descubrí en una de mis visitas al Bellas Artes, quien logra captar el movimiento, la ternura y la pasión de un beso callejero. Es en este beso, dado mientras se camina en medio de un agitado día en Paris, quien nos recuerda que los besos son de, y para, dos y el resto del mundo no importa.

2 comentarios:

Adriana dijo...

Las imágenes que muestras me parecen excelentes e inolvidables. También tengo en mi pared "Kiss at the hotel de Ville, Paris", es realmente hermosa en su espontaneidad...

Anónimo dijo...

pues si te gusta el beso te gustará leer el comentario que publica MundoArte aqui
http://www.portalmundos.com/mundoarte/obras/El_Beso.htm