El viernes nos levantamos temprano ya que la minivan pasó a buscarnos a las 8:45 a la posada. Se recorrieron las 3 horas de viaje hacia Río con calma y en silencio, el sueño nos pesaba.
En el camino aprendimos que Río de Janeiro tomó ese nombre por que los descubridores vieron que tenía un Río y cuando la descubrieron era el mes de Enero .. .PLOP!!!.
A la entrada de Río, desde Buzios, se aprecia el puerto de la que alguna vez fue la capital de Brazil con sus plataformas petroleras y barcos de containers a mares. Cientos de autos fabricados en brazil esperando ser embarcados y miles de autos recorriendo las carreteras de acceso.




Viva la igualdad social de Brazil!.
En la cima del Corcovado se encuentra el Cristo, construído a principios de siglo, de una altura de 30 y tantos metros cuya cabeza pesa como 8 toneladas y que es uno de los puntos más conocidos internacionalmente de brasil.

Como era de esperar estaba lleno de turistas internacionales (la mayoría gringos y asiáticos) sacandose fotos, vendían innumerables recuerdos con la figura del cristo y (lo mejor de todo) se tenía una vista espectacular de la ciudad.

Luego del almuerzo en otro buffet pasamos a ver, no más de 5 min, la playa de copacabana. Tanto miedo nos metió el guía con las fabelas, los robos, etc..etc.. que no hubo muchas ganas de hacer algo en ella. Vale decir que la avenida de la playa es bastante bonita, rodeada de grandes hoteles, negocios varios, baños públicos higiénicos y mucha gente en la playa.
Finalmente terminamos en un shopping. Nada espectacular. Lo único bueno de esto fue que encontré la Chica Halcón en tamaño de 25cms (no se encuentra en Chile y traerla sale 40 lucas) a solo 12mil pesos... Feliz no dude en comprarla.
Siendo las 18:00 hora brasil partimos de vuelta hacia buzios con las ganas de llegar lo más pronto posible y descansar lo máximo.
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