Este año como nunca me decidí a mejorar mi estado físico.
El año pasado gracias a una invitación de compañeros del trabajo comencé a jugar baby futbol todas las semanas pero dada mi carencia de historia futbolera mi aporte al equipo nunca fue mucho, por lo cual se basaba principalmente en defender y cruzarme cuando atacaran. Lamentablemente mi estado físico es malo por lo que mi aporte era bien poco.
Intentando mejorar este desempeño, y de pasada liberar tensiones en un año cargado de energías cruzadas, decidí comenzar a salir a trotar (o running como le dicen ahora)
Junto a mi señora, quien practica ejercicios casi todos los días, comenzamos a salir a trotar en enero de este año. Me propuse correr los 10k de la maraton adidas.
Luego de 3 meses de entrenamiento diverso, la constancia en estos temas no es mi punto fuerte, llegué a correr 8k en 60min. Lamentablemente mi rodilla comenzó a doler.
Con este dolor/temor me levanté el domingo pasado y partimos a la Maratón a las 07:15am. El día estaba espectacular, un sol radiante que recordaba el verano y las calles vacías después del carrete del sábado en la noche se comenzaban a llenar de gente con poleras amarillas.
Cuando tomamos el metro, todos los vagones venían llenos de gente para ir a la maratón. Frente a la Moneda el escenario era más impactante, motivante y entretenido: cerca de 20mil personas se reunían y organizaban para trotar en grupo.
La ansiedad de la partida se contrarrestó con la espera y la cantidad de gente.
Los primeros 3k fueron los más lentos, la muchedumbre no dejaba avanzar. Luego vino mi lucha contra el dolor durante casi 5k, por suerte no me rendí ya que al entrar al kilómetro 9 las energías y adrenalina me inyectaron fuerzas para terminar en buen pie la carrera.
No olvidaré el minuto en que crucé la meta de los 10k, que nunca había podido correr sin parar, pasadas 1hora y 7 minutos de la partida oficial (mi tiempo fue 1:03 según el chip). No es un gran record, pero personalmente me tiene feliz, terminar la carrera, hacer casi una hora con una pierna mala y bajo mi velocidad promedio, no quedar agotado (con dolor en la rodilla si, pero no agotado) y más encima feliz fueron mi gran premio.
Se dice que estuvo cara la inscripción de este año, 15mil pesos, pero creo que lo vale. Materialmente te quedas con la polera oficial, puedes comer frutas a destajo y tomar gatorade a litros al finalizar la prueba, pero lo más importante es el bienestar y alegría personal que sientes al terminar el circuito.
Luego de ir al médico, que me recomendó reposo y desinflamatorios, quedé tranquilo con el dolor de la rodilla. Ahora me queda reposar para comenzar a entrenar nuevamente ya que el próximo año me quiero inscribir a los 21k.
1 comentario:
Amigo.....de verdad me dió mucho gusto leer los sentimientos que tuviste al vivir la experiencia de correr en este evento tan regocijador. Es cierto que uno al no ser un deportísta de elite no logra grandes marcas......pero el sentir que la mente logró ser más fuerte que el cuerpo, que a pesar de cualquier dolor o agotamiento uno no se detiene y que muy por el contrario, cuando más difícil se torna el avanzar, logras que tu mente mejore tu rendimiento.
Marcos, felicitaciones y no tan solo por haber cruzado la meta, sino por haber encontrado en el deporte aquellas cosas que siempre hemos querido transmitirte. Para hacer deporte no es necesario ser de los mejores......es necesario esforzarse y disfrutarlo, porque ello además nos ayuda a enfrentar el día a día con una sonrisa y mejor ánimo.
Un abrazo y el 2010 correremos juntos los 21K.......y en la meta nos abrazamos.
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