Este fin de semana comienza otra fiesta nacional, no tan valorada por lo poco que está en juego y por lo mucho que se habla de las opciones presentes.
Este fin de semana se desarrolla una fiesta de la ciudadanía, la elección del presidente y los representantes en el congreso.
Personalmente me hace felíz votar y participar de esta fiesta. Me gusta el clima que surge en el país, de calma, confianza y tolerancia. Incluso he sido vocal de mesa, no voluntario, y lo he pasado bastante bien.
Ojalá que este domingo todo sea igual que antes, la gente calmada vaya a votar y luego disfrute con el recuento de votos.
Lo mejor de todo es que podemos elegir el país que queremos. (o más bien los matices del país que queremos).
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