21 diciembre 2005

Vacaciones (parte III: Cabo Frío)

El tercer día en buzios tomamos un tour a Cabo Frío, ciudad cercana y mayor a Buzios cuya economía se basa en la pesca y es donde vive gran parte de la gente que trabaja en Buzios por tener precios más accesibles para el brasileño medio.

Cabo Frío está a una hora app de Buzios y es una ciudad grande y sencilla (lo que vimos por lo menos) que también da al oceano Atlántico. En la entrada de la ciudad existe una salinera, con el tamaño habitual de lo que uno ve en Brasil, bastante grande. En la ciudad hay iglesias del siglo XIX que denotan lo arraigado que se encuentra el cristianismo en Brasil, bastante sencillas en su arquitectura - de un piso, con varias piezas producto de un crecimiento no planificado, de paredes blancas - que se encuentran en varias partes de la ciudad.

El puerto, además de los pescadores, recibe la visita de barcos para turistas. Uno de ellos tomaríamos para recorrer la costa de Cabo frío, internarnos un poco en el mar para ver las bellezas naturales y que usaríamos para llegar a una playa de arenas finas como harina y aguas verde/azules.

El viaje en barco era parte del tour e incluía caiphirina, agua mineral y bebidas a mares. Duró en total como 3 horas, incluyendo el tiempo que estuvimos en la playa bañándonos y tomando sol. La mayoría de la gente que lo usó eran chilenos y argentinos, con uno o dos gringos. El tour vale la pena solamente por el paseo en bote. Es precioso.



A la vuelta al puerto fuimos a almorzar, incluído en el tour, a un bouffet. Repusimos todas las fuerzas y terminamos en la calle de los bikinis, una especie de portal con puras tiendas de traje baños y afines made in brazil. Los precios no fueron nada extraordinario pero los modelos de traje baños denotaban la menor verguenza existente entre los brasileños.

Finalmente en la noche volvimos a Buzios a descansar.

No hay comentarios.: