Fiestas de familia

Es simpático ver a los niños en las fiestas de adultos o a los adultos en fiestas de niños, se desea compartir y se pasa bien pero algo falta... quizás la brecha generacional, los roles asociados, o simplemente los distintos gustos a la hora de divertirse. En general, el niño busca juegos, el joven estar con sus amigos y el adulto estar con su familia.

Por esto suele suceder que en las fiestas de adultos los niños a la larga se aburren y en las fiestas de niños los adultos solo organizan. A veces sucede tambien que la fiesta de niños se transforma en fiesta de adultos o viceversa, típico es el cumpleaños del bebé: primero los regalos y todos los niños jugando, luego se van los niños y quedan los padres con amigos cercanos compartiendo en tranquilidad.

Quizás es en la adolescencia avanzada cuando las fiestas familiares se empiezan a disfrutar en conjunto y de la misma manera. El joven pierde la verguenza, quiere ser grande y con el tiempo ya ve como iguales a sus padres. Por otro lado el adulto encuentra más puntos comunes con el joven (baile, trago, temas de conversación) y se siente orgulloso de como ha crecido su hijo.

Y así, con el tiempo, la torta se invierte cuando el hijo toma el rol del padre, pero esa es otra historia.